Hueles a dulce, a mujer en cáscara de nuez.
Tus labios empuñan mi alma en pedazos
y tus ojos me miran simulando un amanecer.
Dime si quieres seguir siendo mi verdugo
y yo un vulgar compañero de las cadenas.
Salte de mi corazón procurando dejar abierta la herida,
que no hay sal ni limón que cicatrice el alma.
Mejor te escribo líneas de desesperanza.
Palabras que revelan las incomprensiones de mi vida.
Alguien me quiere y me lanza amores con el viento.
Dios no quiere que la quiera.
En cambio te sigo a tus espaldas apurado por el olor a ternura,
pero no quiero seguir andando por el oscuro detrás de la nada.
Mátame con un soplo que borre mis recuerdos de polvo
para nunca más volverte a pensar.
JASSIR ABDALA ELJACH NORIEGA
1 comentario:
Hermoso.
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