martes, 22 de enero de 2013

Breve relato erótico.



Amor, te contare una historia de lo que me pasa en estos momentos que te escribo:

Hace unos minutos terminé de ducharme, como siempre te he pensado mucho, pero decidí no masturbarme, decidí secarme, salir desnudo al cuarto y cambiar las sabanas, mi verga esta dura desde hace mucho. Luego de cambiar las sabanas note que mi verga estaba mojada, así que hice lo que tanto me enloquece, rocié un poco de tu perfume por la cama.

Luego de todo eso, fui a un perchero donde cuelga un pequeño bolso en el cual esta guardado un hilo dental tuyo que tu gentilmente me regalaste, lo tome e inmediatamente lo acerque a mi cara donde mi nariz extasiada comenzó a olfatearlo.

Mi verga, ya dura desde hace mucho y húmeda como un charco rebosante de agua pura, ese agua que te encanta saborear, ese agua que bebo también de ti y  comencé a tocarme con la mano que tenía desocupada.

Imagina esa escena amor mio, imagínala porque un día me veras recrearla en vivo. Quiero que veas como estoy en estos momentos, casi reventando de ganas de follarte tan duro.

Amor, ya te imaginaras el resto,  me voy a seguir agarrando mi verga dura con la mano derecha mientras que con la izquierda pongo tu tanga negra y deliciosa, esa que huele a ti, en mi nariz, esa pieza de lencería que estoy que me como, seguiré así hasta que explote de placer, hasta que de mí brote toda esta lujuria que me haces sentir con nada pensarte.

Más allá de lo erótico y atrevido de este relato, recuerda que solo un amor tan perfecto puede lograr que recreemos esta excitación y estas ganas que nos tenemos.  Aun cuando sepas que amo follarte como una bestia, debes estar al tanto que también amo abrazarte, besarte y fundir nuestras mentes en una sola.

Te amo y quiero que sepas que la salvajada fetichista que ahora lees, está escrita con el mas mínimo detalle, pero también te llevaras el beneficio de la duda, aunque  ya sabes que terminaré como siempre, gimiendo y maldiciéndote con el mayor de los cariños mientras toda mi leche brota.

Siempre tuyo: Yo.
Siempre mía: Tú. 


Dave Guzman.