TRATADO DE UN INADAPTADO

 "Escribir te empuja a espacios acreos, te convierte en un extraño, en un inadaptado." Bukoski

Todos los días nos levantamos, mecánicamente, e iniciamos nuestra diaria rutina. Desayunamos, los rebeldes algunas veces nos cepillamos los dientes antes de desayunar, nos bañamos e inclusive echamos la primera cagada literal del día. Salimos a la calle quejándonos del sol y el calor, en otras partes del mundo salen quejándose del frio y el día nublado, no importa el día, lo importante es empezarlo quejándonos.

Lo más difícil es saludar, cuando estas en ese mundo etéreo entre dormido y desgraciadamente despierto, el primer saludo del día cae como un balde de agua helada, sobretodo si te toca saludar a una de tantas personas que secretamente saludas por hipocresía. Pero bueno, hay que apegarse al manual de urbanidad de Carreño y no mandar a comer mierda a tu jefe, profesor y cualquier autoridad que se te presente. Ya tendrás la oportunidad de mandarte tú mismo a la mierda cuando tengas esa autoridad.

Quieren saber qué es lo que más enoja a un inadaptado? Bueno les responderé desde mi punto de vista desprovisto del profesionalismo que a los adaptados les sobra. Lo que más molesta al inadaptado que todos llevamos dentro es tener que sonreír a todo el que nos dice: Gracias a Dios hoy es un buen día, o en su defecto, Dios te bendiga.

En verdad no sé qué clase de personas son los creyentes, creo que son la viva imagen de lo que no debe ser un inadaptado. Unos creen en Dios, otros en Ala, otros en extraterrestres y así van por el mundo dando fe de algo que jamás han visto y que ni siquiera entienden, pero que se le hace, ellos son profesionales en creer. De seguro yo empiezo a decir que un mojón me hablo y me juran loco, pero claro, a ellos les sale la imagen de una virgen, que de virgen no tienen nada y ahí si hay que creerles porque es un acto de Dios. Ridiculos!

Y seguimos nuestro día, confiados en Dioses, autoridades y leyes. Olvidando muchas veces lo poco importante que es vivir. Pero hay tantas cosas que debemos hacer en un día, levantarnos, cepillarnos, ir a nuestra universidad o trabajo, rezar, creer, temer, cagar, comer, hablar del prójimo, tantas cosas que hacer en un día que olvidamos darle rienda suelta a la inadaptación por un segundo, respirar y vivir.

Dave Guzman