Amor, te contare una historia de lo que me pasa en estos
momentos que te escribo:
Hace unos minutos terminé de ducharme, como siempre te he
pensado mucho, pero decidí no masturbarme, decidí secarme, salir desnudo al
cuarto y cambiar las sabanas, mi verga esta dura desde hace mucho. Luego de
cambiar las sabanas note que mi verga estaba mojada, así que hice lo que tanto
me enloquece, rocié un poco de tu perfume por la cama.
Luego de todo eso, fui a un perchero donde cuelga un pequeño
bolso en el cual esta guardado un hilo dental tuyo que tu gentilmente me
regalaste, lo tome e inmediatamente lo acerque a mi cara donde mi nariz
extasiada comenzó a olfatearlo.
Mi verga, ya dura desde hace mucho y húmeda como un charco
rebosante de agua pura, ese agua que te encanta saborear, ese agua que bebo
también de ti y comencé a tocarme con la
mano que tenía desocupada.
Imagina esa escena amor mio, imagínala porque un día me
veras recrearla en vivo. Quiero que veas como estoy en estos momentos, casi
reventando de ganas de follarte tan duro.
Amor, ya te imaginaras el resto, me voy a seguir agarrando mi verga dura con
la mano derecha mientras que con la izquierda pongo tu tanga negra y deliciosa,
esa que huele a ti, en mi nariz, esa pieza de lencería que estoy que me como,
seguiré así hasta que explote de placer, hasta que de mí brote toda esta
lujuria que me haces sentir con nada pensarte.
Más allá de lo erótico y atrevido de este relato, recuerda
que solo un amor tan perfecto puede lograr que recreemos esta excitación y
estas ganas que nos tenemos. Aun cuando
sepas que amo follarte como una bestia, debes estar al tanto que también amo
abrazarte, besarte y fundir nuestras mentes en una sola.
Te amo y quiero que sepas que la salvajada fetichista que
ahora lees, está escrita con el mas mínimo detalle, pero también te llevaras el
beneficio de la duda, aunque ya sabes
que terminaré como siempre, gimiendo y maldiciéndote con el mayor de los
cariños mientras toda mi leche brota.
Siempre tuyo: Yo.
Siempre mía: Tú.
Dave Guzman.